4 de diciembre de 2013

ISLA DE LAS FLORES










Sola. Me encuentro sola en esta isla de desolación y desespero. Sola como esta palmera, que luce altiva y espigada, arrostrando –sin dejarse arrastrar- el viento cálido del sur y el frío del norte. Me gustaría mirarme en el espejo de su cara como esta isla se refleja en el mar, pero no se deja encontrar, y sigo encontrándome sola. Sola en esta isla de desolación y desespero.

ACANTILADO



Hace ya algunas horas que el sol salió, y baña con su calor radiante las palmeras, la tierra floreada, el mar salino, la atmósfera clara y limpia. Me siento en el borde del acantilado adornado de estas fragancias táctiles, y pienso que me gustaría tirarme al abismo de tus brazos como ahora volaré desde este acantilado hacia el mar. Éste me llama; otras veces lo hizo desde la playa, pero hoy la planicie se torna acantilado y caeré desde lo más alto en un día de atmósfera clara y limpia. Un día poco apropiado para morir de amor.